Lo que veo en esta p@#a tercera guerra mundial.

¡Ganaron una guerra sin disparar un solo gramo de pólvora!

Al analizar la cotidianidad, veo que los gobiernos frecuentemente se mueven de forma poderosa, pero casi siempre con una extremada lentitud que algunos confunden con mesura, cuando realmente es la torpeza en pasta. Como es sabido le pasó a Andrés Pastrana, en su interés por recibir el nobel de la paz y la guerrilla se puso de ruana la zona de despeje, le pasó también a Juan Manuel Santos, al que muchos llaman “comandante Santiago” y a quién si le dieron el mentado nobel, pero hace poco dijo que se arrepentía de dicho trámite con la guerrilla, obvio, el tipo la regó de manera magistral, pero hasta la fecha no sé por qué no devuelve el nobel.
Así mismo le ha pasado a todos los gobernantes y mandatarios que han estado negando la crisis en la que estamos, pero para algunos ha sido demasiado tarde hasta que se han dado cuenta que a la hora del desayuno se les presentó esta desagradable visita. La visita del Covid-19, esa misma que ha agarrado con la boca abierta y los calzones abajo a mandatarios y ciudadanos.
La manera tan irresponsable como fueron transmitidos ciertos boletines de prensa frente a esta letal visita, haciéndola ver como una especie de gripe común, da pie para pensar que ciertos entes (OMS y ONU) están bajo las órdenes de algunos pocos interesados en esta tercera guerra mundial.
¿Pero qué pasó aquí? Sencillo; nos confiamos de la máxima “dizque autoridad en salud”.
Pero lo que vemos al día de hoy y ya estamos llegando a medio año, no es para nada alentador y realmente deja muchos baches y preguntas sin respuestas. Económicamente todos estamos siendo jodidos por el mismo lastre, la salud pende de un hilo, las relaciones afectivas; bueno, hay quienes dicen que los índices de infidelidad descendieron, aunque el más beneficiado inicialmente fue el planeta, tal es el caso de la capa de ozono, ya se cerró en la parte que estaba más dañada en la Antártida.

Pero, aunque China, ya ha iniciado “vida normal” y tiene al hantavirus en la mano, ya las fábricas comenzaron a hacer de las suyas, y esos niveles de Co2 que estaban siendo ejemplares, se han duplicado. Algún ‘pensante’ dijo: “somos el virus de este planeta”, yo estoy en desacuerdo con ese personaje, quizá sea algún chino, cualquier chino, menos yo. Y digo que un chino es el virus, por lo que es evidente.
Sin salirme del tema con mucho resquemor debo ser realista y aceptar que este encierro, confinamiento, cuarentena o castigo por no ser de la elite, se extenderá un poco más.
El presidente de Colombia ya dio las fechas y supongo que los mandatarios de otros países harán algo similar.
Otra realidad y quizá es igual de dolorosa que saber qué hay un virus que me está esperando en la puerta de mi casa para querer matarme, es que muchos empleados ya no gozan de un buen sueldo y los $ 160 mil pesos que da el gobierno, alcanzarán a duras penas para medio comer una semana, por qué aquello del pago de los servicios, no será nada factible.
No me imagino si a Venezuela llega el virus este, de por sí el virus que preside el país ya los está matando de hambre, ahora si llega este otro, mejor recoja y váyase.
Esta es la manera como trabaja la izquierda, matando de hambre a la gente y al darle un puñado de comida, los hace ver como los salvadores.
Los optimistas dicen que las grandes crisis son oportunidades, por cierto, también para los de derechas. Pero esta crisis globalizada con perfecta maquinación y alevosía, afectará por igual a todo el mundo.
En el caso de Colombia, sabemos que no somos un país europeo y no tenemos las mismas oportunidades de mis compatriotas que viven en España o quizá en Francia, Italia o Amsterdam, quiénes tienen mejores salarios, mejores comodidades, tienen todo mejor. Por cierto, estamos vueltos nada por no saber elegir y pensar con la tripa. Si no me dan 50 por el voto, no me muevo de la casa.
Creo que nosotros como pueblo nos debemos alzar, no en rebelión o desobediencia civil, como dice “El Cacas”, sino en civismo a la antigua usanza. Candidato que llegue a mostrar propuestas, debe demostrar que no es un bandidato más (la unión de un bandido y además candidato) y que su propuesta sea notariada, para que cuando incumpla, podamos como ciudadanía hacer valer nuestra decisión del “voto”.
Pero no, con 50 o 100 mil pesos, un tamal y un jugo de esos que asemejan ser fruta y no tienen más químicos porque no les cabe, nos sentimos estafadores y el resultado es caóticamente opuesto, los estafados a consciencia, fuimos nosotros una vez más.
Quiero pensar que hay un futuro mejor para mis hijos y los hijos de todos los que están leyendo esta nota que me dio por escribir, y que a la vuelta de coronavirus será diferente.
Estoy más que seguro que viajar entre ciudades y hasta países será mucho más complicado de lo que siempre ha sido. Durante algún tiempo, veremos que el sometimiento a controles y exclusiones por zonas de riesgo, será muy habitual. Se endurecerán las medidas contra la emigración, obvio, ese infortunado virus tendrá dominio de algunos sitios, pero no de otros.
La economía y el comercio internacional será dominada por los chinos, por eso dispuse de no comprar más por wish o aliexpress, no me parece sano premiar a esta gente que nos ha hecho tanto daño a escala global.
Esto no fueron unos juegos de guerra, es la tercera guerra mundial. Y pasó justo en nuestras narices. Es necesario que el hombre alce sus ojos al cielo y reconozca a Dios, por qué la única manera de salir victorioso de esta batalla, es de su mano.

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